① Conociendo tu Verdad
Es fácil quejarte de lo mal que te van las cosas, o de lo injusta que es la vida, pero si no empiezas a hacer cosas diferentes, nada va a cambiar, pasarás el resto de tus días lamentándote.
Lo sé, es duro, duele y no es agradable escucharlo, pero el crearte una historia o buscar culpables en otras personas, nunca te va a ayudar a salir de una espiral negativa.
Parte de culpa de este hecho reside en nuestro cerebro, ya que cómo parte de nuestra evolución, éste tuvo que buscar el ahorro energético, para combatir las épocas donde los nutrientes escaseaban.
Este hecho nos llevó a que nuestra mente, buscase encontrarse en condiciones, en las que no debiera invertir mucha energía en su día a día. Es decir, situaciones o condiciones que domina, porque ya las ha vivido una y otra vez, y que por lo tanto, no le generan mucho trabajo «extra» para darles solución.
Por este motivo te encuentras en estancado en tu zona de confort económico. Estando aquí, tu cerebro ya controla de antemano lo que sucederá y es por ello que no tiene ninguna intención de salir de ahí porque se encuentra cómodo.
Así que no te culpes, no te machaques, simplemente asume lo que ha pasado. Ahora ya eres conocedor, y si quieres cambiar las cosas de verdad ya puedes empezar a tomar acción, porque eres consciente de tu realidad.
② Ampliando tu Zona de tu Confort Económico
Entendiendo lo anterior, debes de saber que te encuentras en una situación de ventaja. Y es que si conoces el mal, puedes ponerle remedio, ¿y cuál es te estarás preguntando? ¡Ampliar esa Zona de Confort!
Si amplias tu zona de confort hasta alcanzar los objetivos que te marques, te encontrarás en un lugar, donde mentalmente no tendrás ninguna resistencia, ya que tu mente se encontrará cómoda en este nuevo lugar.
¿Y como lo hago?, pues ejercitando tu mente como cualquier otro músculo de tu cuerpo. Si constantemente te marcas nuevos pequeños objetivos a cumplir, cada vez que los superes tu cerebro se acostumbrará a ellos y no le supondrá ningún esfuerzo «extra» este hecho, y eso te llevará a ampliar tu zona de confort mental económica.
Así pues todo lo que debes hacer es centrarte en encontrar aquellos hábitos saludables para tu economía personal, e ir incorporándolos paulatinamente a tu rutina diaria. Con el tiempo formarán parte de ti y progresarás, y es en este progreso donde encontrarás la felicidad.
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